Economía de viaje: ¿cómo financiar un viaje largo?

¿Cómo hacen con el dinero? ¿Tienen ahorros? ¿Trabajan en el camino? ¿Viven de su blog? ¿Tienen sponsors? ¿Cuentan con algún ingreso fijo por mes? ¿Realmente se puede vivir vendiendo artesanías?

Si estás leyendo esta nota, seguramente te hayas hecho alguna o varias de estas preguntas.

¿Ahora, qué tan cierto es eso que dicen de que se puede vivir viajando?…. Absolutamente real, y te contamos por qué y cómo hacemos nosotros.

Primero vamos a aclarar que hay tantos tipos de viajes como gente viajando, no hay una sola manera de hacerlo, cada uno encuentra su forma y todas son válidas. En esta nota te contamos nuestra experiencia y otras alternativas que fuimos conociendo. Pero atención: no hay fórmulas mágicas, lo que a uno le funciona tal vez a otro no y viceversa. Queda en uno encontrar su propio camino.

Vacaciones vs Viaje

Lo primero que debemos aclarar es que vivir viajando no es sinónimo de irse de vacaciones, donde uno está dispuesto a gastar en pocos días aquello que ahorró durante el año. En el estilo de viaje que tenemos nosotros no nos alojamos en hoteles lujosos, no solemos salir a comer a restaurantes todos los días, ni tomamos tours organizados.

¿Entonces cómo hacemos?

Al dormir en la Kombi, nos ahorramos el hospedaje. No vamos a campings porque pagar por cada noche sería muy caro, pero siempre encontramos algún lugar tranquilo y seguro donde parar con la Kombi. A veces usamos la aplicación ioverlander, que es muy útil para encontrar lugares para parar y descansar. También pasamos muchas noches en casas de gente que fuimos conociendo en el camino y nos abrieron las puertas de su hogar.

Con respecto a la comida, casi siempre cocinamos en la Kombi. Pero eso no significa que dejemos de probar las comidas típicas de cada lugar, lo único es que procuramos hacerlo en mercados, restaurantes sin grandes lujos o puestos de comidas callejeros.

El combustible es tal vez el mayor gasto en un viaje de este tipo, pero como no tenemos prisa por llegar a ningún lado, solemos pasar varios días, semanas o hasta meses en un mismo lugar casi sin movernos. Esto hace que, en promedio, el gasto de combustible no sea algo imposible de afrontar.

En relación a los tours o actividades, elegimos qué hacer en cada lugar (no siempre se puede hacer todo) y buscamos los días más económicos, consultamos si hay algún tipo de descuento, opciones o días gratuitos.

También hemos hecho algún que otro canje donde ofrecemos fotos y publicidad en nuestras redes sociales a cambio del tour o de hospedaje en algún hotel por un par de días.

¿Cuánto gastamos?

Nosotros calculamos un gasto promedio de 500 dólares por mes con TODO incluido para dos personas, un gato y una Kombi Volkswagen (comida, combustible, repuestos, peajes, actividades, etc.), pero depende mucho del país y del ritmo de viaje que llevemos (si nos movemos más rápido gastamos mas, si vamos lento, menos).

Tienda rodante

Antes de salir, tratamos de ahorrar lo que pudimos, pero como no ganamos la lotería, no tenemos sponsors, ni nadie que nos mantenga, decidimos que debíamos hacer algo para generar ingresos en el camino antes de quedarnos sin nada.

Asi que desde que arrancamos, comenzamos a vender artesanías que hacemos (pulseras, tobilleras, aros, collares, gomitas de pelo, llaveros, etc.), luego le sumamos postales con fotos que vamos tomando en el viaje, remeras/camisetas, cuadritos pintados a mano y calcomanías. Muchas de las cosas las aprendimos a hacer en el camino gracias a otros viajeros que nos fueron enseñando.

A nosotros nos funciona muy bien vender desde la Kombi, ya que ella llama mucho la atención. Es por eso que armamos todo en las puertas de la Kombi y la gente se acerca entusiasmada.

Hoy nuestro principal medio de sustento es nuestro libro “A 60 km/h: experiencias y reflexiones de un viaje en Kombi por América” que publicamos en octubre de 2018. En el libro dedicamos un capítulo entero a este tema de la economía de viaje, junto con muchos más detalles y contamos cómo fuimos rebuscándonoslas en cada país. Si te interesa conseguirlo entra aquí o ¡escribinos!

Otras alternativas

Cuando explicamos de qué vivimos, muchos nos han escrito preocupados diciendo que no saben hacer artesanías ni tampoco les gusta eso, a lo que nosotros siempre respondemos que la idea no es dejar tu antiguo trabajo para dedicarte a hacer algo que no te gusta. La clave es encontrar algo que disfrutes hacer.

Hemos conocido viajeros que viven de hacer malabares, teatro, títeres, magia o circo en la calle, otros que trabajan en restaurantes, bares u hoteles durante unas semanas, los más talentosos hacen música con distintos instrumentos y tocan en lugares o a la gorra en las veredas, otros encontraron en la gastronomía una salida laboral y venden sus delicias en la playa o ferias y hasta conocimos a unos chicos que iban con su máquina para tatuar. Algunos fabrican inciensos, otros confeccionan ropa, bolsos y gorras, muchos pintan, hacen cuadros o murales y algunos elaboran objetos de decoración con distintos materiales. Están los que hacen cuadernos artesanales, billeteras recicladas, los que hacen masajes, dan clases de reiki, yoga, matemáticas o buceo. Muchos se dedican a la producción audiovisual y ofrecen sus servicios en hoteles o negocios. Conocimos viajeros que van a algún lugar turístico durante la temporada alta y esos ingresos les permiten viajar el resto del año. También están los llamados nómades digitales o freelancers, aquellos que trabajan desde cualquier lugar del mundo a través de internet en diferentes ámbitos.

Hay tantas posibilidades como viajeros, ideas y talento. La cuestión radica en que cada uno encuentre lo que le sirva y disfrute hacer.

El viaje nos mostró que hay muchas formas de ganarse la vida y descubrimos que trabajar no es sólo cumplir un horario de oficina y recibir un sueldo a fin de mes.

“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida” –Confucio